La Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) calcula que los hogares españoles ahorrarían casi 2.000 millones de euros al año en reformas si los materiales de construcción tributaran al 10%, tal y como lo hace la mano de obra en las mejoras del hogar.

Sin embargo, pese a la posibilidad de aplicar un IVA reducido -siempre y cuando esos materiales representen menos del 40% del valor del trabajo-, lo cierto es que actualmente los profesionales aplican indiscriminadamente un 21%, el tipo general al que los compra, sin que el cliente final sepa que ese porcentaje podría ser hasta diez puntos inferior en algunos casos.

Esto supone que la factura total en reformas asciende hasta los 21.192 millones de euros, cuando podría ser de 19.265 millones, lo que, según Andimac, revertiría en más dinero en el bolsillo de los hogares y, en definitiva, en más obras en unas viviendas que necesitan a todas luces ser reformadas. La prueba está en que más de la mitad del parque español supera los 40 años, por lo que no es de extrañar que los españoles puntúen con un aprobado, un 6,3, el estado de sus viviendas, según el estudio ‘Quiero Vivir Mejor’ de 2017 elaborado por Cuida tu Casa.

Andimac aclara que esta práctica generalizada de aplicar un gravamen del 21%, cuando podría ser del 10%, tiene una explicación: que el profesional se ve obligado durante un tiempo a soportar los 11 puntos de diferencia en el IVA del valor de los materiales adquiridos, hasta que de forma trimestral rinda cuentas a Hacienda.

Y precisamente para evitar la brecha existente entre el precio de compra de los materiales y el de venta, la mayoría de los profesionales opta por aplicar el 21% de IVA a sus facturas, en el mejor de los casos. En el peor, no lo declaran, lo que supone abultar un fraude ya de por sí bastante significativo en un sector como el de las reformas, donde la economía sumergida se llama IVA. En otros casos, dado el valor económico que supone el IVA en esta actividad, se opta por no hacer nada y posponer la obra.

En este sentido, Andimac pide que toda la cadena tribute al 10%, tal y como lo hace la mano de obra, para aflorar buena parte del dinero que mueve este sector y que circula a espaldas del fisco, y que se traduciría en importantes ahorros en el bolsillo de los contribuyentes.

Además, ese abaratamiento de la factura -con el correspondiente efecto psicológico que provocaría- ayudaría a incentivar el culto al hogar, que actualmente no existe en España, a diferencia de lo que ocurre en el caso de los coches. Y es que en la actualidad los españoles dedican un 5% del presupuesto familiar al mantenimiento de sus vehículos, mientras que a la casa destinan la mitad.

Según el secretario general de Andimac, Sebastián Molinero, “sorprende que a estas alturas los particulares no sepan todavía que si compran los materiales al profesional que les va a hacer la obra, en lugar de acudir a una gran superficie, pueden llegar a ahorrarse en su factura 11 puntos de IVA. La rebaja de la carga fiscal, además, tiene un componente social y económico, puesto que reduce significativamente los costes y ayuda a aflorar economía sumergida”.