Los datos de compraventa de vivienda en el segundo trimestre se corresponden con lo esperado y pese a ser esperados, son muy negativos.

Pero  lo más destacable no es la caída, sino poder conocer la tendencia interna durante el trimestre. Porque la actividad para la industria de la construcción en 2021 (tanto en materia de obra nueva como reforma) será muy distinta según cómo se comporte este mercado en el III trimestre. Y en especial la relación de este mercado en relación al PIB pues en este contexto toda anomalía -en negativo o en positivo- puede marcar un cambio importante en la tendencia.

En todo caso el enfriamiento en el mercado de compra venta era suave pero constante desde el IT de 2019. La abrupta caída del IIT de 2020 ha supuesto una reducción que ha llevado las tasas de actividad de este mercado al entorno del IIT de 2017. ¿Cual será el rebote durante el tercer trimestre? De su intensidad dependerá previsiblemente la evolución del mercado de obra nueva en 2021, pero también de reforma, por el peso que la compra venta de vivienda usada tiene en este segmento.

El propio informe de Registradores sitúa al mercado de compraventa de vivienda en niveles similares a 2013, aunque con factores determinantes muy distintos. En esta ocasión el sector de la construcción es una llave maestra para la recuperación. Por su peso decisivo en el empleo y en la economía real de cada localidad (es decir, un fuerte componente redistributivo), y porque se ajusta de modo directo a dos de los grandes vectores de los planes europeos. Tanto la reducción del consumo energético y sus efectos sobre la contaminación como la economía circular y reciclaje de residuos plásticos y otros pasan por fomentar un giro necesario en la construcción. Y en este giro surgen además empleos de mayor cualificación.

Pero para ello debemos exigir a nuestras administraciones un trabajo que, simplemente, es su deber: pactar presupuestos en breve y antes de mediados de octubre presentar proyectos ambiciosos, y bien diseñados desde la perspectiva de indicadores que garanticen a la Comisión el cumplimiento de los objetivos propuestos. En materia de infraestructuras y rehabilitación, no requiere inventar la rueda ya que existe tanto documentación teórica (merece la pena reconocer el gran trabajo que representa el informe ERESE 2020) que avale la necesidad de los proyectos como modelos de medición de resultados en su ejecución.

En gran medida, el sector de la construcción es una de las tablas de salvación para la economía española en el corto plazo. Y si no salvamos el presente no será posible planificar el futuro.

Sebastián Molinero, secretario general Andimac