Andimac ha presentado un plan de acción para aprovechar los fondos europeos y avivar el sector de la reforma y rehabilitación, tras la aprobación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía, que en opinión de la patronal debería servir para provocar un efecto tractor en el conjunto del país y mejorar la calidad de vida de los españoles.

En primer lugar, Andimac propone bonificaciones para los vecinos de aquellas comunidades de propietarios que acometan obras de rehabilitación energética en su edificio, de manera que se ofrezcan mayores incentivos para reformar las viviendas. En este marco, desde la patronal señalan la importancia de alinear el interés de la Administración en reducir consumos energéticos y emisiones con el de los ciudadanos en mejorar sus viviendas.

En este sentido, la patronal reitera la importancia de poner en marcha un Fondo de Garantía para hogares vulnerables, impulsar líneas de ayuda directa y crear nuevos productos financieros orientados exclusivamente para este tipo de actividades.

Un parque peligrosamente envejecido

Andimac considera que el reparto de las ayudas comunitarias tendría que ayudar a cubrir el importante déficit en renovación del parque edificado, que actualmente avejenta a un ritmo anual próximo al 2%, mientras la rehabilitación edificatoria afecta sólo al 0,12% del mismo. Y ello conlleva importantes amenazas tanto en términos de ahorro como de salud y bienestar.

Pues bien, entre los factores que dificultan la aplicación de políticas de impulso a la rehabilitación en el sector residencial, señala que en nuestro país existe un predominio absoluto de la vivienda plurifamiliar (71,8%), frente a un 28,2% de unifamiliares, lo que significa que la mayor parte de las viviendas españolas están situadas en edificios de tipología residencial colectiva.

En este marco, insta a promover acuerdos en las comunidades de propietarios, para los que remarca el papel de los administradores de fincas y otros técnicos que tratan habitualmente con ellas a la hora de gestionar los programas de reforma y rehabilitación.

En materia fiscal, la patronal propone recuperar la deducción en el IRPF para todo tipo de reformas y ampliarla en función de la eficiencia que se logre con las obras, después de que se haya sabido que las ayudas podrían oscilar entre el 20 y el 60% del coste total, dependiendo del ahorro energético que consigan.

En paralelo, considera que complementar esta deducción con una rebaja al 10% del IVA de los materiales de construcción que compran los profesionales para favorecer la competencia leal entre empresas y trabajadores y la calidad y garantías a los usuarios. En su opinión, sería el revulsivo perfecto para un sector llamado a cumplir un papel fundamental para la recuperación económica y social de España.

Así, Andimac estima que los hogares españoles ahorrarían casi 2.000 millones de euros al año en reformas si los materiales tributaran tal y como lo hace la mano de obra. Sin embargo, pese a la posibilidad de aplicar un IVA reducido -cuando esos materiales representen menos del 40% del valor del trabajo-, actualmente se aplica indiscriminadamente un 21% -por el coste que soporta el profesional durante unos meses-, sin que a menudo el cliente final sepa que ese porcentaje podría ser hasta 10 puntos inferior.

Las tiendas de materiales, puntos de información y asesoramiento

Por otra parte, Andimac propone acreditar las tiendas especializadas en materiales de construcción como puntos de información y asesoramiento en programas de rehabilitación y reforma, siempre y cuando demuestren su pertinente formación y cualificación para colaborar con agentes como colegios profesionales de arquitectos o instituciones locales para apoyar la ejecución de los mejores proyectos.

El objetivo, al fin y al cabo, sería conseguir que los fondos europeos sirvan para lograr un modelo de negocio más sostenible, crear un culto hacia el estado de las viviendas y mejorar la calidad de vida en el interior de los hogares.

En este contexto, defiende la labor de los distribuidores para dinamizar el sector, ya que forman parte de los técnicos que tratan habitualmente con las comunidades de propietarios y colectivos profesionales.

Y es que, además de transportar productos, estos profesionales transfieren su conocimiento y generan oportunidades en el mercado: una función logística intangible que constituye un activo potencial para las políticas de rehabilitación.

Los distribuidores también pueden contribuir a impulsar el sector porque actúan como intermediarios con constructores y clientes finales en los proyectos de reforma y rehabilitación; por mucho que la cadena de valor del sector haya seguido una lógica lineal de fabricante – distribuidor – constructor – cliente.

Según el secretario general de Andimac, Sebastián Molinero, “es lógica la importancia que se le ha concedido al sector de la reforma y la rehabilitación ante el reparto de los fondos europeos, teniendo en cuenta el efecto tractor en la economía de estas actuaciones, su peso en el conjunto de la construcción, su impacto en la calidad de vida de las personas y su contribución a la hora de evitar la pérdida de valor de los activos inmobiliarios -que son el principal pilar de riqueza de las familias. Y en estos momentos, en los que debe ponerse el foco en el usuario final, las tiendas de materiales de construcción pueden ayudar a articular las medidas de manera efectiva y sostenible, siguiendo las directrices marcadas por las autoridades comunitarias”.